¿Bugei o budo?

Artes marciales tradicionales vs deportivas.

Las artes marciales japonesas pueden ser clasificadas de diferentes formas según el período histórico y el objetivo para el cual se necesitaron en cada era.

En épocas de guerra fueron estudiadas de forma científica, buscando la máxima efectividad posible en sus técnicas, ya que su objetivo era aplicarlas en el campo de batalla para imponerse mediante el uso de la fuerza a los enemigos.
En momentos de paz, una vez que Japón logró unificarse de manos del shogun Tokugawa, fueron utilizadas para calmar y mantener ocupados a los guerreros, desarrollándose en este período grandes estudios teóricos e introspectivos sobre la práctica marcial.
Bugei puede ser traducido como bu (武) guerra o marcialidad y gei (芸) truco o arte, mientras que do (道) puede ser traducido como senda, camino o vía, es decir, una forma de hacer las cosas, una manera de transitar una disciplina.

La principal diferencia entre los términos comienza una vez alcanzado el turbulento período de transformación social y política conocido como era Meiji (de 1868 a 1921). Fue en esta época que Japón terminó de abrirse al mundo dando paso a un proceso de modernización y occidentalización de sus formas y costumbres. Las artes marciales no quedaron exentas de esta transformación y debieron adaptarse a las exigencias que el momento histórico les planteaba. Fue así como muchas de estas disciplinas tratando de encontrar su lugar en el nuevo mundo se transformaron en deportes o en disciplinas occidentalizadas. Es a partir de aquí donde claramente se populariza el termino budo (武道 – camino marcial).
Podemos entonces clasificar a las disciplinas que nacieron a partir del 1900 como gendai budo (現代武道), lo que se traduce como artes marciales modernas.

Toda disciplina que utilice el kanji (ideograma) do (道) es una interpretación o una adaptación moderna de un arte más antiguo. En el pasado en lugar de este término se utilizaba jutsu (術) que puede traducirse como arte o ciencia. Es así como el judo era antiguamente conocido como jujutsu, el kendo, kenjutsu, el iaido, iaijutsu, el aikido, aikijutsu, el kyudo, kyujutsu, etc. Cabe aclarar que la historia es bastante más compleja y el arte marcial antiguo en realidad era denominado de diferentes maneras dependiendo de la escuela y el período al que pertencía, pero hago esta clasificación simplificada para poder delimitar una diferencia entre ambos términos y que quien lee pueda identificar rápidamente si el arte del que se habla es moderno o antiguo.
A partir de aquí llamaremos a las artes marciales previas a la restauración Meiji koryu bujutsu (古流武術), lo cual puede traducirse como artes marciales antiguas.

El debate que se plantea a veces, es si las artes marciales antiguas eran una ciencia para matar a otros y las modernas un camino hacia el auto descubrimiento, o si por el contrario las antiguas son una forma de transitar la vida y las modernas solo un deporte que incentiva el espíritu competitivo. No creo que exista una respuesta única a este planteo y creo que en gran parte depende del practicante y del maestro, pero sin duda en nuestro dojo la práctica no es un deporte y el objetivo principal es la efectividad y el estudio de la técnica, solo como instrumento para desarrollar el proceso de auto descubrimiento, superación personal y búsqueda del equilibrio interior.

Las artes marciales, así como muchas otras artes, al ser estudiadas de forma seria y profunda, obligan al practicante a mirar hacia adentro. A medida que uno avanza en la práctica es inevitable darse cuenta de que en realidad lo que estamos practicando es mucho más que aprender a dañar o derrotar a otros seres humanos mediante la imposición física.
Cuando la introspección aparece el bugeisha (武芸者 – artista marcial) toma conciencia de que está transitando un camino de transformación y de que además de dominar un arte, va a tener que dominarnse a si mismo.

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